Prevalencia y factores asociados a la fatiga grave dos años después del inicio de la pandemia de COVID-19: estudio transversal basado en la población de Ginebra (Suiza)
Clément Romain Hugo Graindorge, Stephanie Schrempft, Nick Pullen, Hélène Baysson, María-Eugenia Zaballa, Silvia Stringhini, Mayssam Nehme, Idris Guessous para el grupo de estudio Specchio-COVID19.
Prevalencia y factores asociados con la fatiga grave 2 años después de la pandemia de COVID-19: un estudio transversal basado en la población en Ginebra, Suiza.BMJ Open, enero de 2025, doi: 10.1136/bmjopen-2024-08901
Resumen
Objetivos: El objetivo de este estudio fue evaluar la prevalencia de la fatiga severa en la población general de Ginebra, dos años después de la pandemia de COVID-19, e identificar los factores asociados con la fatiga severa, relacionados o no con la pandemia.
Diseño: Encuesta transversal de la población general que se realizará en la primavera de 2022.
Entorno del estudio: Población adulta general de Ginebra, Suiza. Un total de 6870 adultos, incluidos en la cohorte Specchio-COVID-19 sobre la base de una selección aleatoria de la población general, fueron invitados a completar un cuestionario de salud en línea.
Medidas de resultado y factores asociados: La prevalencia de fatiga grave se evaluó mediante el cuestionario de fatiga de Chalder, con una puntuación de corte ≥4 sobre 11. Se analizaron los índices de prevalencia en relación con factores sociodemográficos, características y comportamientos de salud (índice de masa corporal, depresión, diagnóstico reciente de enfermedad crónica o alergia, acontecimiento agudo de salud, hábito tabáquico, actividad física, calidad del sueño), así como infecciones recientes por COVID-19 autodeclaradas.
Resultados: Un total de 4040 personas participaron en el estudio (tasa de participación: 59%, 58% mujeres, edad media: 53,2 años (desviación estándar = 14,1)). La prevalencia global de fatiga grave fue del 30,7% (IC del 95% = 29,2%-32,1%). Tras ajustar por edad, sexo, educación y comorbilidades preexistentes, las siguientes características se asociaron con la fatiga grave:
Edad 18-24 años (razón de prevalencia ajustada [RPA] = 1,39 [1,10-1,76]) y 25-34 años (RPA = 1,23 [1,05-1,45]).
-Mujeres (AOR = 1,28 (1,16-1,41))
-Depresión (RPa = 2,78 (2,56-3,01))
-Ocurrencia de eventos de salud no relacionados con la COVID-19 (RPa = 1,51 (1,38-1,65))
-Infección autodeclarada por COVID-19 en los últimos 12 meses (RPa = 1,41 (1,28-1,56)).
Tras un nuevo ajuste por depresión, se mantuvieron las asociaciones anteriores, excepto para la edad joven.
Conclusiones: Aproximadamente un tercio de la población adulta general de Ginebra sufrió fatiga severa dos años después del inicio de la pandemia de COVID-19. El aumento de la fatiga en los adultos jóvenes se debe en parte a la edad. El aumento de la fatiga en adultos jóvenes se explica en parte por síntomas depresivos. Las infecciones recientes por COVID-19 están fuertemente asociadas con la fatiga severa, independientemente de la gravedad de la infección o de la presencia simultánea de trastornos depresivos.
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