La salud y las ciudades del mañana

A continuación figura un extracto del dossier sanitario "Las ciudades del mañana publicado en el diario Figaro el lunes 8 de mayo de 2023:
"Desde las epidemias de peste hasta la tuberculosis, las ciudades siempre se han considerado lugares menos sanos que las zonas rurales. Sin embargo, los tiempos y los problemas han cambiado, y hoy en día la atención se centra en combatir dolencias más insidiosas: obesidad, enfermedades cardiovasculares y metabólicas, cáncer, asma, depresión... La lista de trastornos fomentados por el entorno urbano es larga. Con la mitad de la población francesa viviendo en zonas urbanas de más de 100.000 habitantes, a las grandes ciudades aún les queda mucho camino por recorrer antes de tener en cuenta la salud en sus planes de desarrollo.
Sin embargo, hay muchas palancas posibles: limitar el estrés de los usuarios mejorando la conectividad de las líneas de transporte público, mantener la movilidad de las personas mayores haciendo más seguros los itinerarios peatonales, permitir que todo el mundo se relaje en un espacio verde, luchar contra la contaminación acústica para ofrecer buenas condiciones de concentración durante el día y de sueño por la noche, etc. "Hoy en día, ya no podemos contentarnos con medidas para que la ciudad no cause daños: Hay que tomar medidas para que favorezca la salud", afirma Marie-Laure Lambert, profesora especializada en derecho urbanístico en la Universidad de Aix-Marsella.
Diez años de retraso
Los vínculos entre urbanismo y salud fueron puestos de manifiesto por primera vez por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en los años ochenta. En Francia, hubo que esperar al Foro Grenelle del Medio Ambiente de 2008 para que se iniciara la evolución hacia un urbanismo más sostenible, aunque más centrado en el medio ambiente. "Cuando hice mi doctorado en epidemiología a finales de la década de 2000 en Estados Unidos, la salud urbana era ya un verdadero tema de investigación, aunque en Europa se hablaba poco de ello. Llevamos diez años de retraso en este campo", afirmael profesor Idris Guessous, Jefe del Departamento de Medicina de Atención Primaria de los Hospitales Universitarios de Ginebra.
"Hoy en día, cada ciudad tiene su propio PLU (planeamiento urbanístico local). Pues bien, ¡yo hago campaña a favor de los PLU de salud mundial! ¿Por qué no tomar los problemas de salud en lugar de los medioambientales como punto de partida para idear soluciones que beneficien a ambos?", se pregunta Emmanuelle Gaudemer, Directora de Desarrollo de AIA Life Designers, uno de los mayores estudios de arquitectura de Francia, cuyo 60% de negocio está relacionado con la salud. No soy urbanista ni arquitecta, pero vengo del mundo de la sanidad", explica. Esto es bastante representativo de nuestro planteamiento: romper las barreras en el diseño ayudando a todos los agentes a colaborar, situando a los usuarios en el centro e intentando que los políticos se sumen, que no siempre son conscientes del impacto de los proyectos. Y sin voluntad política, incluso con las mejores ideas, nada es posible".
No siempre es fácil convencer a los representantes electos de su responsabilidad en la salud de sus electores. Mucha gente sigue considerando que la responsabilidad del bienestar es una cuestión individual y no comunitaria. Sin embargo, en las dos últimas décadas se han acumulado pruebas científicas que atestiguan el papel que desempeñan los factores medioambientales en numerosas enfermedades como la obesidad, el asma, la diabetes, la hipertensión, la ansiedad, la depresión, etc.
Actualmente se está evaluando el impacto de las medidas de lucha contra la contaminación atmosférica, que fueron las primeras en ponerse en marcha. Según un estudio publicado en Epidemiology, la prohibición de los vehículos diésel en Tokio en 2003 provocó una reducción del 44% de las concentraciones de partículas finas y un descenso del 20% de la mortalidad respiratoria en un periodo de diez años. En Estados Unidos, los estudios han demostrado que los adolescentes tienen menos probabilidades de padecer sobrepeso cuando la distribución del barrio en el que viven favorece los desplazamientos a pie.
Revegetar los terrenos escolares
Puesto que un urbanismo que favorezca la salud debe ser beneficioso en todas las etapas de la vida, algunas ciudades están empezando a revegetar los patios de sus guarderías y colegios. "En París y Marsella se están llevando a cabo experimentos para crear pequeños espacios verdes que también puedan ser accesibles al público fuera del horario escolar", explica Marie-Laure Lambert. La idea puede parecer de sentido común, pero algunos padres se han quejado de las manchas de tierra y hierba en la ropa de sus hijos cuando llegan del colegio. Un ejemplo de la dificultad de conseguir que la gente acepte ciertos cambios, aunque estén destinados a mejorar nuestra salud. En una encuesta, unos investigadores holandeses pidieron a las personas que utilizan la bicicleta que clasificaran sus motivaciones: "¡Porque es práctico! ", respondió la mayoría. Los usuarios rara vez están motivados en primer lugar por los beneficios para la salud, sino que es la simplificación de la vida cotidiana lo que puede llevar a un cambio de hábito. Por eso es tan importante incluir a los usuarios en el proceso de toma de decisiones y diseño desde el principio.
El impacto de la pandemia de Covid es un ejemplo de ello. Huyendo del transporte público, la gente se ha pasado a la bicicleta y a otras formas de movilidad suave. "Desde el otoño de 2020, trabajamos duro para mejorar las conexiones entre las distintas rutas, para facilitar los desplazamientos, no solo en los barrios, sino en toda la ciudad", explica Pascal Pras, vicepresidente de Nantes Métropole. Como alcalde de un municipio pequeño, la salud es también una preocupación esencial. En Saint-Jean-de-Boiseau (Loira-Atlántico), se han acondicionado caminos para que los niños puedan ir al colegio en bicicleta. Esto ha motivado a los padres a crear un "bicibús". Y este tipo de iniciativas locales tienen más peso del que se cree: los representantes electos prestan mucha atención a lo que hacen las autoridades locales, y una iniciativa de éxito puede tener un efecto de bola de nieve".
Extracto de un reportaje de Stéphany Gardier para Le Figaro
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